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SERVICIOS SOCIOCULTURALES Y A LA COMUNIDAD - BURGOS

PROYECTO HOMBRE

PROYECTO HOMBRE

Un ocio saludable ayuda a recuperarse de la adicción a las drogas

Proyecto Hombre realiza un estudio sobre el uso del tiempo libre de las personas ingresadas en su comunidad

Angélica González / Burgos

Dice el profesor de Psicología de la Universidad de Burgos Fernando Lara que uno de los factores más importantes en la rehabilitación y reinserción social de una persona que ha sufrido una adicción a las drogas es el buen empleo del tiempo libre. De cómo se gestiona el ocio, explica, depende en gran medida el que se reincida en el consumo abusivo de sustancias: «Cuando se corre el riesgo de volver a caer es cuando no tienen nada que hacer, en el tiempo libre, algo que es fundamental en estos chicos».
Para sostener esta teoría, el psicólogo de Proyecto Hombre Fernando del Río es rotundo cuando asegura que una persona ‘enganchada’ no tiene tiempo libre porque siempre está pensando en cómo consumir, porque ha dejado de tener amistades ‘normales’ y porque en sus relaciones vinculadas a las drogas no se habla de otra cosa. «Cuando vienen los voluntarios nos dicen que les parece poca cosa cuando les pedimos que, simplemente, charlen con los chavales pero esto es muy importante porque es posible que hayan pasado veinte años sin hacer nada parecido», añade.
Por eso, en esta asociación -entidad con la que Lara colabora desde hace tiempo- se cuida mucho el enseñar a utilizar esos espacios sin responsabilidades y para ello se ofrecen diferentes actividades. Una de ellas es ir al teatro que, de alguna manera, fue la ‘culpable’ de que Lara y Del Río se propusieran realizar una investigación sobre el ocio y el tiempo libre de los usuarios, cuyas conclusiones se acaban de conocer.
Del Río cuenta que en una de esas salidas programadas al teatro, el terapeuta que acompañaba a los jóvenes que se encuentran en la comunidad se sorprendió de que ninguno de ellos -de una edad media de 34 años- había ido a ver una obra nunca y propuso estudiar a qué se dedicaban antes de ingresar en Proyecto Hombre y qué perspectivas tenían para el futuro. Y a ello se pusieron.
Una de las conclusiones más interesantes es que la previsión que tienen para el momento en el que reciban el alta es utilizar su tiempo libre en realizar muchas más actividades vinculadas a la cultura de las que han hecho hasta el momento. Acudir al teatro y a la ópera son dos de las más destacadas aunque también desean incorporarse a las nuevas tecnologías. En el apartado de lo que no desean hacer con la misma intensidad están acudir a bares y discotecas, ver la televisión, pasar el tiempo en los juegos recreativos y bailar.
Dentro de las actividades que tienen su máxima frecuencia cuando están ingresados pero que no se desean seguir realizando una vez tengan el alta, se llevan la palma el yoga y el Tai Chi. En cambio, los encuestados expresan su voluntad de realizar mucho más, una vez estén en la calle, otras como ir al gimnasio, realizar cursos, excursiones a la montaña, senderismo o acudir a charlas y conferencias, unos datos que son valorados muy positivamente por los autores del estudio, que no se quedará en papel mojado sino que se utilizará para adaptar la actual oferta de actividades de ocio y tiempo libre que tiene Proyecto Hombre.
Un dato muy relevante es que la mayoría de los entrevistados quiere realizar cursos de formación cuando termine el tratamiento, lo que ha hecho pensar a los responsables de la asociación en la conveniencia de que se desarrollen más seminarios de estas características puesto que, además, tienen una doble finalidad: formativa y como parte del proceso de socialización. Y una curiosidad, la realización de manualidades, a la que se era tan proclive hace algunos años en los colectivos sociales y que se dejó de hacer, es demandada por muchos de los usuarios con lo que se ha planteado volver a a implantarla.    

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