El 16 de octubre de 1998, hace hoy diez años, las víctimas de los crímenes atroces perpetrados durante el régimen de Augusto Pinochet, y sus familias, podían por fin celebrar algo: el ex dictador era detenido en Londres por orden de un juez español bajo cargos de genocidio, terrorismo y tortura. Para Amnistía Internacional la detención de Augusto Pinochet marcó un antes y después en la lucha contra la impunidad: el ejercicio de la jurisdicción universal había cobrado realidad y el mensaje se expandía a los autores de crímenes similares. Tres meses antes, otro mecanismo contra la impunidad por el que Amnistía Internacional trabajó durante años, había logrado abrirse paso con la aprobación del Estatuto de Roma al establecer la Corte Penal Internacional, tribunal permanente para juzgar a los autores de crímenes de genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra. Desde entonces el cerco se ha ido estrechando, a pesar de que aún hay países que dan cobijo a estos criminales. Sin embargo, este hecho sólo nos da más razón para seguir trabajando hasta conseguir que para los criminales no haya donde esconderse. Sólo gracias a tu apoyo hemos podido lograrlo y sólo gracias a tu apoyo podemos seguir adelante, contigo y con todas las personas que no pueden permitir que siga habiendo refugio seguro fuera del alcance de la justicia para los criminales, genocidas... Gracias por tu voz, tu compromiso, tu generosidad para poder financiar y continuar el trabajo que hacemos. Porque dependemos de ti. Por tantas personas a las que podemos ayudar: firma nuestra petición al Ministro de Justicia español y, si puedes, haz un donativo a Amnistía Internacional. Un fuerte abrazo, Esteban Beltrán
Director – Amnistía Internacional Sección Española | 
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