VALLADOLID, 11 (EUROPA PRESS)
La Junta de Castilla y León ha iniciado la implantación de un nuevo modelo de atención a discapacidad por enfermedad mental que coordina la atención a través de Servicios Sociales y Sanidad y que cuenta como novedades con dos nuevos recursos, equipos de apoyo comunitarios y residencias.
Así lo explicó este lunes el consejero de Familia e Igualdad de Oportunidades, César Antón, quien hizo un balance de los primeros resultados de este modelo que se extenderá a toda la Comunidad, donde hay 157.000 personas con discapacidad, 22.811 por enfermedad mental.
El sistema cuenta con dos recursos nuevos como principal característica, los equipos de apoyo comunitario y las residencias, que han contado con una experiencia piloto en Toro (Zamora) donde se han obtenido buenos resultados y ahora se comienzan a extender a toda la Comunidad.
El consejero, quien indicó que ahora se establece una mayor coordinación entre los Servicios Sociales y la Sanidad de Castilla y León, explicó que ahora se establece una solicitud única de entrada a este modelo de atención que se produce bien a través de Atención Primaria o bien de otras entidades como las que trabajan con personas con enfermedad mental.
A partir de ahora, se establecerá un equipo mixto en cada provincia que establece los recursos que hay, hace un seguimiento del paciente y le deriva al servicio que sea necesario. De esta forma, si la persona afectada sólo requiere ingreso, permanece en los servicios sanitarios, pero si lo necesita tiene la atención del equipo para que asigne los recursos de modo coordinado.
El paciente, además de contar con un plan de intervención única conlleva un seguimiento y garantiza la atención a través de un programa individualizado de atención en un nuevo modelo que pivota sobre estos dos nuevos recursos, explicó Antón.
APOYO Y ATENCIÓN
En concreto, los equipos de apoyo comunitario son equipos psicosociales para el desarrollo de intervenciones directas especializadas en el domicilio y en el ámbito comunitario, como apoyo y refuerzo a centros de acción social, en el marco del citado programa de atención individualizado y del trabajo en red.
Entre sus funciones están facilitar el acceso y vinculación de la persona con los recursos sanitarios y sociales y la intervención domiciliaria mediante el apoyo en la rehabilitación psicosocial, asesoramiento y psicoeducación familiar.
El perfil de los usuarios es el de discapacitados por enfermedad mantal sin tratamiento o que lo han abandonado y necesitan ayuda para volver, así como aquellas personas bajo tratamiento que se encuentran en su domicilio.
En cuanto a las residencias, se trata de un recurso destinado a personas con un marcado deterioro psicosocial, como vivienda habitual o con carácter temporal, que sirva de soporte para la recuperación y promoción del mayor grado posible de autonomía personal e integración social.
El objetivo es proporcionar a estos pacientes los servicios de alojamiento, manutención, cuidado, apoyo personal y social, así como la habilitación y el apoyo a la integración de estas personas.
Así, con una inversión de cerca de 20 millones de euros, se crearán 225 puestos de trabajo en las nueve residencias, una por provincia, que pretenden también servir de respiro familiar y que en total sumarán 367 plazas.
CONSTRUCCIÓN Y GESTIÓN
En concreto, en Ávila y Burgos las construye la Gerencia, se están finalizando y se encuentra en fase de licitación el equipamiento; en el caso de Salamanca y Segovia se han firmado sendos convenios con las diputaciones provinciales y en el primer caso se ha subvencionado y se espera el inicio de la obra, mientras que en el segundo se elabora el proyecto por parte de la Institución provincial.
En el resto de las provincias se hace a través de acuerdos con asociaciones que se encargarán de la gestión en mayor o menor medida, de forma que en el caso de León se encargará la Asociación de Familiares de Enfermos Mentales, en Palencia la congregación San Juan de Dios, en Soria la Asociación correspondiente y en Valladolid las hermanas hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús a través del Padre Benito Menni.
César Antón hizo un balance de la residencia de Zamora, que se encuentra en Toro y tiene titularidad de Intras, ya que es la primera puesta en marcha hace unos dos años. Dispone de 42 plazas y a lo largo de este tiempo han pasado por ella 64 personas, de las que 22 han salido ya, una docena a pisos tutelados (aunque se continúe un seguimiento) y otros diez mantienen estancias temporales. La media de estancia ha oscilado en este centro entre seis y doce meses.
El consejero considera que esta experiencia demuestra que el modelo funciona y recordó que el objetivo es que estas personas puedan tener una mayor autonomía o la plena integración, para lo que hay otros recursos como centros ocupacionales, viviendas alternativas, alojamientos residenciales y 16 asociaciones de personas con discapacidad mental.
El modelo de atención se complementa con los programas de apoyo a las familias, de habilidades sociales y también de ocio y tiempo libre.
Como ejemplo del buen funcionamiento de la experiencia de Zamora, el consejero citó la creación de un grupo de teatro o uno de música, ’Calle 61’, que ha sacado un disco con diez canciones, cuenta con página web y un grupo en Facebook. El álbum, titulado ’Hotel sin estrellas’, servirá para recaudar fondos tanto para los integrantes del grupo como para el desarrollo de alternativas de rehabilitación e integración.
Por otro lado, en respuesta a las preguntas de los periodistas, el consejero se refirió al proyecto de ley de derechos de los discapacitados, asunto que actualmente se trabaja con Cermi, de quien se esperan demandas o inquietudes que puedan tener para que termine su elaboración.
